jueves, 6 de agosto de 2009
Bárbara J. Figueroa Rosa / Primera Hora
Al parecer, los boricuas están pasando por uno de los periodos de mayor dificultad emocional a juzgar por el decaído estado de ánimo que podrían estar sufriendo en este momento más de medio millón de personas en la Isla.
Y es que, según un estudio realizado por el Puerto Rico Behavioral Risk Factor Surveillance System (BRFSS), el 18% de la población adulta (18 años en adelante) padece de depresión, un trastorno mental que perturba a los individuos al punto de incapacitarlos y llevarlos a tener ideas suicidas. De hecho, los hallazgos indican que la Isla tiene un 15% más de prevalencia de depresión que los Estados Unidos, colocando a Puerto Rico en el noveno territorio americano con mayor incidencia de casos.
“A nosotros nos causó una profunda impresión los resultados porque hace poco se reveló que la Isla había quedado en segundo lugar como el país más feliz del mundo y este estudio indica que la realidad es otra aunque no se perciba de manera cotidiana”, expresó el epidemiólogo Manuel Bayona, quien junto a sus colegas Benjamín Vidal, Carolina Álvarez y Ruby Serrano, estuvo a cargo de analizar los datos obtenidos por BFRSS a través de unas encuestas telefónicas realizadas en el 2006. Aunque el panorama alude al estado social que vivía la Isla hace dos años, el análisis del informe culminó en el 2009 y se evalúa la posibilidad de actualizar el mismo el próximo año.
Entre los descubrimientos del estudio se destaca también que las mujeres sufren dos veces más depresión que los hombres. Se recalca que más de 334 mil féminas están en prevalencia de sufrir la enfermedad que actualmente, según la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), es el principal problema de salud mental en la Isla.
Otro dato de interés es que gran parte de los afectados (28%) son personas entre los 55 y 64 años edad, un periodo de jubilación para muchos individuos.
Igual curiosidad causa saber que los sujetos que conforman parejas que no viven juntas y optan por llevar una relación de “tú en tu casa y yo en la mía”, también entran en el grupo en riesgo de sufrir penas que lo lleven a una depresión. Según el reporte, el 31% de los depresivos en la Isla viven bajo estas indicaciones.
El factor económico, una de las debacles que enfrenta actualmente el país, salió a relucir en el estudio que será utilizado por el Departamento de Salud para coordinar programas preventivos en la Isla.
En esa línea, y como siempre, los que viven bajo el nivel de pobreza se llevaron la peor parte del bizcocho en esta encuesta que revela que el 25% de los que enfrentan depresión reciben un ingreso menor a $10,000 al año.
En términos del perfil físico de los depresivos, se hace referencia a que la tendencia clínica es que muchos tienen historial de sufrir infecciones cardiacas, enfermedades coronarias, asma o diabetes. En este sentido cabe destacar que un 60% de los afectados están actualmente incapacitados, conjetura que hace sentido con información provista por la Organización Mundial de la Salud, la que señala a la depresión como la segunda enfermedad que mayor incapacidad causa en todos los países.
El estilo de vida de los enfermos también fue punto de evaluación y se confirmó que el 28% están en ocio, pues son desempleados, mientras que el 22% son fumadores asiduos.
Aunque las cifras reveladas son alarmantes es importante que la gente sepa que la depresión es una enfermedad que puede sanarse si se trata a tiempo.
“El 70% de las personas con depresión mejoran o incluso se curan en un periodo de 12 semanas, si reciben tratamiento farmacológico o psicoterapéutico”, dijo el psicólogo Alfonso Martínez Taboas.
“Lo más importante es buscar ayuda a tiempo, sin entrar en el paradigma de que una persona que visita a un psicólogo o psiquiátra está loco”, agregó al señalar que la depresión nunca se debe subestimar pues es una enfermedad progresiva y que se multiplica a medida que pasa el tiempo.
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