miércoles, 26 de agosto de 2009

Naturólogo defiende tratamiento natural

Por Zenaida Ramos Ramos
EL VOCERO
25 de agosto de 2009 03:00 pm

El naturólogo Norman González Chacón se reafirmó en que su crema ‘Sexosterone’ es natural, no es nociva a la salud y provee a la mujer la hormona progesterona necesaria para evitar los síntomas característicos de la etapa menopáusica.
Indicó que los señalamientos contra el uso de su producto natural cosmético, como lo ha clasificado la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), se deben a que el oncólogo Fernando Cabanillas “defiende a las grandes farmacéuticas, a las grandes empresas y a los médicos tradicionales que están dando quimioterapia. El empezó atacándome a mí porque no le recomiendo a nadie la quimioterapia”, tratamiento contra el cáncer recomendado por la medicina tradicional.
Aseguró que utilizar la crema con progesterona beneficia a la mujer, contrario a la otra hormona femenina, el estrógeno.
“Tenemos una plaga en nuestras nenas que se llama estrógeno. Es un arma de doble filo. El pollo, la leche, el huevo, todos los productos derivados de animales hasta a los camarones de charca les ponen estrógeno para que crezcan rápido; hasta a los vegetales les están echando hormonas para crecer. Hasta ese punto ha llegado el atrevimiento de los científicos...”, indicó González Chacón, quien lleva 40 años practicando la naturología que emplea técnicas terapéuticas naturales, antiguas, tradicionales y modernas para mantener una buena salud.
La decisión de mercadear ‘Sexosterone’ surgió hace casi 14 años cuando una compañía de California le dio unas muestras de la crema y González Chacón comenzó a recomendarla a sus pacientes femeninas en etapa menopáusica. Fue observando que dio resultados favorables para proveerles la hormona progesterona.
“Yo rápido me puse a estudiar lo que era la progesterona y me di cuenta de que estábamos ante un fenómeno. Eso fue como para el 95. Empecé a buscar información y a leer... Yo me nutro de la literatura médica, de lo que se está descubriendo todos los años”, dijo el fiel creyente de los remedios naturales y de la prevención de enfermedades.
La menopausia ocurre cuando los ovarios de la mujer dejan de producir estrógeno y progesterona, y finaliza el ciclo menstrual, por lo general, después de los 45 años. Comienzan, entonces, la pérdida de densidad ósea y síntomas como calores o sudoración nocturna, dolores de cabeza, dificultad para dormir, sequedad vaginal, cambios de humor y perdida de cabello y más vello facial.
Aunque no quiso revelar el nombre de la compañía que fabrica la crema, informó que “se sigue haciendo en el estado de California. La compañía no te la puedo dar porque eso es parte de la privacidad del producto. El FDA no nos ha exigido eso para nada.
Son laboratorios muy grandes que están muy bien ‘ranqueados’. El FDA no la aprueba, pero no la desaprueba. Ellos la examinan para ver si todo lo que dice afuera en la etiqueta está adentro y si tiene algún producto que no haya sido identificado en la fórmula. Ya con eso te dan el ‘OK’ porque al no tener ningún producto que sea droga, sintético, que no haga daño pasa como un producto natural cosmético”.
El ingrediente principal es la raíz del ñame silvestre que contiene una sustancia llamada diosgenina, según los naturólogos. El ñame o camote que se utiliza para la elaboración de la crema proviene mayormente de México y de Texas, de acuerdo con el entrevistado.
“Encontraron que ese camote tenía unas sustancias que son idénticas a la progesterona humana. A las farmacéuticas no les ha interesado nunca esto porque a ellos les gusta trabajar con sintéticos que ellas pueden patentar y cuando patentan un sintético resulta siempre con efectos secundarios porque es químico, mientras que los elementos naturales no tienen efectos secundarios”, aseveró.
Los científicos le dieron el nombre de diosgenina a esa sustancia y “no se dieron cuenta que le estaban dando un nombre que quiere decir la genética divina”, según González Chacón. La diosgenina se procesa para crear de manera exacta la molécula de la progesterona que produce el cuerpo. Por tal razón, se conoce como hormona bioidéntica.
Aseguró que su producto no aumenta el riesgo de padecer de cáncer de mama porque es procesado de forma natural y los fármacos con progesterona son los que incrementan ese riesgo porque son químicos.
“Ellos están hablando de la progesterona química que producen en el laboratorio; el verdadero nombre no es progesterona es progestina y yo estoy hablando de progesterona natural 100 por ciento. Esto es una controversia eterna y empezó hace muchos años en Europa cuando los científicos querían producir elementos sintéticos...”, aclaró el naturólogo, quien en 1979 estudió naturología en el Brandtridge Forest School en Inglaterra.
El proceso para fabricar su crema aísla la progesterona para que no cambie su química. “En eso yo no tuve que ver nada. Lo hicieron los científicos del laboratorio de allá (en Estados Unidos) y yo lo que hice fue sencillamente ver los resultados, para ver si era verdad que me funcionaba como yo quería que me funcionara”, sostuvo.
Tampoco se ha comprobado que la diosgenina aumente el riesgo de padecer de cáncer de mama. “No hay ningún estudio que diga una cosa o que diga la otra. Nadie usa diosgenina porque se transforma en progesterona por un método natural y sencillo”, dijo.
Además de las raíces del ñame silvestre, la crema contiene agua destilada, “aceite de la semilla de ajonjolí que la hace cremosa, ácido caprílico, aceite de jojoba, un poco de alcohol cetílico, flores de clavo para que no le dé hongo, gingseng, vitamina B5, lecitina, aceite de ‘primrose’, vitamina E, árnica que ayuda para los dolores de artritis y extracto de palmita”, entre otros.
Una pequeña cantidad de crema se introduce en el ombligo o entre la glándula tiroides y el ombligo. González Chacón la recomienda para aumentar los niveles de progesterona, pero ha recibido testimonios de personas que la han usado contra otras enfermedades como el cáncer en la tiroides y la artritis reumatoidea. Aseguró que los pacientes pueden seguir con sus tratamientos médicos porque su crema y sus otros productos no interactúan con los medicamentos.
No quiso revelar cuánto ascienden sus ganancias con la venta de la crema, que viene en otra fórmula de testosterona para los hombres.
Cuando EL VOCERO le preguntó cuál es la diferencia entre las ganancias de las farmacéuticas y las de su compañía ‘Dr. Norman's’ que mercadea diversos productos para prevenir dolencias o mantener una buena salud contestó: “Yo me retiré de mi oficina y no fue para mirar al cielo. Yo vivo de eso. Yo trabajo duro; me lo merezco. Llevo trabajando 40 años. Yo le doy gratis mis recomendaciones a la gente y las farmacéuticas no le dan nada gratis a nadie. Dan clínicas para vender productos, pero no para que la gente se cure”.

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