Inter News Services (febrero 8, 2011) El Vocero
San Juan – La Asociación de Bancos de Puerto Rico anunció hoy que ya está listo el Programa sobre vestimenta y uso de equipos electrónicos en la banca puertorriqueña, el cual se comenzará a establecerse a partir del próximo lunes 14 de febrero.
Desde ese día, oficiales de seguridad orientarán a los clientes de las instituciones bancarias sobre las nuevas directrices y les solicitarán que no utilicen, gorras, gafas ni teléfonos celulares mientras son atendidos por algún funcionario del banco.
Según indicó el vicepresidente de la Asociación, Arturo Carrión, la iniciativa va dirigida a desalentar la comisión de actos delictivos, como robo de identidad e información financiera, hasta asaltos en las sucursales del país, ya que hará más fácil identificar a criminales en los vídeos captados por las cámaras de seguridad.
El superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, cuya agencia, en conjunto con el Departamento de Justicia, forma parte del esfuerzo, informó que los robos a bancos han disminuido, pues en el 2009 hubo 49 y en el 2010, 39, de los cuales cuatro fueron perpetrados por individuos encapuchados.
Indicó que en el 2010 todos los casos fueron esclarecidos, al igual que los dos que se han reportado en lo que va del 2011.
Carrión consideró entonces que la nueva política que implicará que oficiales de la Asociación de Bancos le entreguen a la entrada las circulares una hoja informativa con las nuevas directrices servirá para fortalecer el sistema de seguridad.
Explicó que no será obligatorio que las personas accedan a la petición de despojarse de ese tipo de artículos de vestimenta, pero que en ese caso, serán atendidas “especialmente por un oficial y la atención será personalizada fuera de la rutina, de forma tranquila, segura y caballerosa”.
El uso del celular también será limitado, pues, según dijo, “los amigos de lo ajeno lo utilizan para comunicarse con gente que tienen afuera y ayudar a perpetrar el robo a ciudadanos dentro o fuera de la institución financiera”.
El programa se ha instituido en Florida, Illinois, Wisconsin, Ohio y Michigan, reportando 70 por ciento de reducción de robos en los primeros 90 días luego de su implementación.
Carrión consideró que la medida no constituirá discrimen hacia personas que por alguna razón de salud u otros motivos personales no quieran desprenderse de sus sombreros o gafas, un derecho que tienen en Puerto Rico, y que tampoco será una violación a la privacidad si se sienten presionados para ofrecer sus razones.
“Si esa persona se identifica, se le va a dar el servicio”, respondió Carrión.
“Vamos a enfatizar en tratar de aminorar la oportunidad que tenga un malhechor de afectar la seguridad del resto de los clientes que está en la sucursal y somos personas conscientes, que no queremos perjudicar a cualquier persona que tenga una condición”, apuntó.
Desde ese día, oficiales de seguridad orientarán a los clientes de las instituciones bancarias sobre las nuevas directrices y les solicitarán que no utilicen, gorras, gafas ni teléfonos celulares mientras son atendidos por algún funcionario del banco.
Según indicó el vicepresidente de la Asociación, Arturo Carrión, la iniciativa va dirigida a desalentar la comisión de actos delictivos, como robo de identidad e información financiera, hasta asaltos en las sucursales del país, ya que hará más fácil identificar a criminales en los vídeos captados por las cámaras de seguridad.
El superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, cuya agencia, en conjunto con el Departamento de Justicia, forma parte del esfuerzo, informó que los robos a bancos han disminuido, pues en el 2009 hubo 49 y en el 2010, 39, de los cuales cuatro fueron perpetrados por individuos encapuchados.
Indicó que en el 2010 todos los casos fueron esclarecidos, al igual que los dos que se han reportado en lo que va del 2011.
Carrión consideró entonces que la nueva política que implicará que oficiales de la Asociación de Bancos le entreguen a la entrada las circulares una hoja informativa con las nuevas directrices servirá para fortalecer el sistema de seguridad.
Explicó que no será obligatorio que las personas accedan a la petición de despojarse de ese tipo de artículos de vestimenta, pero que en ese caso, serán atendidas “especialmente por un oficial y la atención será personalizada fuera de la rutina, de forma tranquila, segura y caballerosa”.
El uso del celular también será limitado, pues, según dijo, “los amigos de lo ajeno lo utilizan para comunicarse con gente que tienen afuera y ayudar a perpetrar el robo a ciudadanos dentro o fuera de la institución financiera”.
El programa se ha instituido en Florida, Illinois, Wisconsin, Ohio y Michigan, reportando 70 por ciento de reducción de robos en los primeros 90 días luego de su implementación.
Carrión consideró que la medida no constituirá discrimen hacia personas que por alguna razón de salud u otros motivos personales no quieran desprenderse de sus sombreros o gafas, un derecho que tienen en Puerto Rico, y que tampoco será una violación a la privacidad si se sienten presionados para ofrecer sus razones.
“Si esa persona se identifica, se le va a dar el servicio”, respondió Carrión.
“Vamos a enfatizar en tratar de aminorar la oportunidad que tenga un malhechor de afectar la seguridad del resto de los clientes que está en la sucursal y somos personas conscientes, que no queremos perjudicar a cualquier persona que tenga una condición”, apuntó.
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