jueves, 17 de febrero de 2011

Reportera dice incoherencias al aire de forma involuntaria

Serene Branson comenzó a decir incoherencias durante la transmisión posterior a los premios Grammy. (Suministrada)

jueves, 17 de febrero de 2011
Olga Román / Primera Hora

Serene Branson vivió la peor pesadilla que un reportero de televisión haya imaginado jamás:  quedar sin habla en vivo.

En la noche del pasado domingo, 13 de febrero, mientras la periodista de CBS2   reportaba en el  noticiero posterior a la entrega de los premios Grammy, ocurrió un suceso realmente inquietante.
Cuando la galardonada periodista se proponía iniciar su  cobertura,  enfrentó  graves problemas para hablar, emitiendo frases incomprensibles ante miles de televidentes por espacio de 10 segundos, hasta que su intervención fue interrumpida abruptamente.

El episodio, sin embargo, no fue el aspecto más preocupante del lamentable suceso; el que Branson no fuera hospitalizada inmediatamente sí lo fue. La reportera se fue esa misma noche a descansar a su casa. Las razones, no se saben. Tal vez Branson pensó que no había razón para preocuparse porque sus signos vitales estaban normales, según lo indicaron  las pruebas que le hicieron los paramédicos justo después de su colapso. La estación comunicó que Branson fue al hospital el lunes para realizarse exámenes de seguimiento.
En las garras de la Internet
El vídeo del angustiante episodio  fue publicado en YouTube y se colocó en redes sociales como Facebook y Twitter a través de todo el mundo. Los comentarios fueron la orden del día y el suceso se convirtió, para algunos, en un relajo de mal gusto. Chistes burlones, desagradables e inapropiados  inundaron los espacios cibernéticos. Pero sin duda, la peor de todas las “aportaciones” fue un remix con música de la escena en que la profesional lucía desencajada tras no poder comunicarse efectivamente.

Es un asunto serio, no un chiste
A pesar de la insensibilidad de algunas personas, la salud de Serene Branson preocupó a muchos, entre ellos profesionales de la comunidad médica, quienes advirtieron que el asunto no debe tomarse a la ligera.
El tema fue motivo de discusión en el programa  The Today Show el pasado 15 de febrero. En el espacio, expertos en medicina hablaron sobre el tema.
“Esto es lo que llamamos un acontecimiento neurológico clásico;  ella, obviamente, era consciente de que estaba teniendo un problema”, sostuvo el Dr. Keith Black, director del Instituto de Neurocirugía del Cedars-Sinai Medical Center, quien añadió que existían dos posibilidades: un accidente isquémico transitorio (AIT) o un derrame cerebral leve.
“Ella, definitivamente, tenía dificultad expresando sus palabras. Ése es un síntoma que podemos relacionar con un accidente cerebrovascular, pero también pueden ser otras cosas, como un ataque parcial”, dijo a ABC News, Jesse Weinberger, neurólogo del Centro Médico Mount Sinai en Nueva York.
En el portal cibernético de CBS,  se publicó una actualización de la condición de  Serene Branson, quien escribió en el lugar que se siente bien  y agradeció a todos por su preocupación  y buenos deseos, a lo que añadió  que “espera regresar al aire muy pronto”.
Un aviso de que algo no está bien
“Lo que pasó, entiendo que fue un evento en el que ella tuvo dificultad  para encontrar las palabras, después eso revirtió. Probablemente, se trató de un accidente isquémico transitorio (AIT);   un déficit porque  no le llegó la circulación a una parte  específica del cerebro. Cuando se vuelve a suplir la sangre, se le revierten esos déficits”, sostuvo la neuróloga y educadora en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico,  Brenda Deliz.
“En el caso de  ella, se le afectó el habla porque ese flujo sanguíneo se paró por un periodo de tiempo en el centro donde se coordinan las funciones del habla”.   Hay personas a las que se les adormece un brazo, o de momento, no ven por uno de los ojos, o sea, depende de la parte del cerebro en donde la circulación quede obstruida.
Deliz entiende que, hasta cierto punto, quien sufre un AIT, debe sentirse beneficiado porque el cerebro le está enviando una señal de que algo le está pasando y  debe ser bien agresivo con la evaluación y el tratamiento a seguir.
La diferencia entre el AIT  y un accidente cerebrovascular donde hay un infarto  envuelto, es que los daños del primero se revierten. “Por definición revierten en menos de 24 horas, pero se sabe que los síntomas lo que duran son 10 a 20 minutos”, acotó.
Si no se maneja la obstrucción que provocó el AIT, el paciente, eventualmente, podría sufrir una obstrucción total y permanente de esos vasos y sufrir un infarto en el cerebro. “Cuando tú hablas de infarto, ese tejido del cerebro se muere, no le llega circulación y no se puede regerenerar, y eso es lo que llamamos accidente cerebrovascular, cuando hay una isquemia permanente”, sostuvo  la neuróloga.
La indicación para aquella persona que sufra un AIT es que acuda inmediatamente  a una sala de emergencia.  “La incidencia de que tenga un accidente cerebrovascular isquémico en esos primeros meses después que le da un accidente  isquémico transitorio está aumentada”, advirtió Deliz.
Si el paciente acude a sala de emergencia y pasadas dos horas del evento, todavía tiene algo de déficit, se puede identificar, por ejemplo,  si sufrió daño en el tejido.
“El caso de ella (Serene Branson) no es un ejemplo a seguir”, sostuvo la neuróloga, quien añadió que  es en el hospital donde se determinará si fue un evento cerebrovascular u otra cosa, por ejemplo, una alza o disminución en  los  niveles de presión, colesterol o azúcar en la sangre.  Es entonces, que se determinará el tratamiento a seguir.
¿Quién es  Serene Branson?  
 Nació y se crió en Los Ángeles, California.
 Ha sido nominada  dos veces a los premios Emmy.
Fue galardonada con el premio Frank Shakespeare por logros sobresalientes en el periodismo. 
Trabajó previamente en una afiliada de CBS en Sacramento, en donde tuvo la oportunidad de cubrir política estatal y al gobernador Arnold Schwarzenegger. 
 Fue una de los pocos testigos de los medios escogidos para presenciar la ejecución del asesino convicto Clarence Ray Allen en la prisión estatal de San Quentin.
Ha cubierto algunos de los mayores desastres naturales de California, incluyendo incendios forestales e inundaciones.
Comenzó su carrera como practicante en KCAL 9. También  trabajó como reportera y ancla en Palm Springs, y como periodista en Santa Bárbara.

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