El Nuevo Día
5 de junio de 2013
La mejor medicina
Está probado que el ejercicio puede prevenir un sinnúmero de enfermedades desde la niñez.
Se estima que 9 % de todas las muertes prematuras en el mundo (aproximadamente 5.3 millones/año) son ocasionadas por la inactividad.
Por David A Soto Quijano, MD
Investigaciones científicas han probado que existe un tratamiento que ayuda en el manejo y la prevención de más de 40 enfermedades crónicas, incluyendo: diabetes, enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares (derrame cerebral), depresión, obesidad, cáncer de seno, cáncer de colon e hipertensión. Este tratamiento puede ser completamente gratis y está accesible a la mayor parte de nosotros. Nos referimos al ejercicio, la mejor medicina.
La inactividad física se ha convertido en lo normal; 31.1 % de la gente del mundo se considera físicamente inactiva. Se estima que 9 % de todas las muertes prematuras en el mundo (aproximadamente 5.3 millones/año) son ocasionadas por la inactividad. En el 2008 se gastaron 147 mil millones de dólares en costos directos e indirectos causados por la inactividad; para el 2030 ese número aumentará a 192 mil millones.
El problema de inactividad se agudiza cuando hablamos de los menores porque los niños inactivos serán probablemente los adultos inactivos del futuro. Los padres tenemos el gran reto de evitar que nuestros hijos e hijas adopten patrones de inactividad física; los niños que disfrutan la actividad física se van convertir en adultos activos.
Estudios científicos han probado que los niños activos tienen menos posibilidad de ser obesos, tienen menos enfermedades crónicas, tienen mejores notas, tienen más posibilidad de entrar a la universidad, gastan menos en problemas de salud, tienen menos riesgos de fumar y hasta tienen mejores sueldos cuando llegan a la adultez.
¿Cómo lograr que nuestros niños se interesen en la actividad física? Primeramente, con nuestro ejemplo y modelaje. Háblales de la importancia de la actividad física, llévalos contigo a hacer ejercicio, anímalos cuando se estén ejercitando y limita las actividades pasivas, como los juegos electrónicos o la televisión en la casa. Haz de la actividad física una experiencia placentera. Busca cuáles son los gustos y preferencias de tus hijos. Acuérdate de que toda actividad física es beneficiosa. Además de una variedad de deportes, existen otras actividades, como el baile o la jardinería en la que tus hijos pueden involucrarse. Sustituye salidas al cine por caminatas turísticas en lugares tan lindos como el Viejo San Juan o El Yunque, de manera que tus hijos asocien el ejercicio con buenos momentos.
Integra la actividad física al diario vivir de tu familia. Caminen cada vez que puedan al salir de compras o a visitar amistades; utilicen las escaleras cuando solo tienen que moverse uno o dos niveles; planifiquen caminatas o sesiones de ejercicios como parte de sus vacaciones familiares.
Si tu hijo padece de alguna condición reumatológica, todavía el ejercicio puede ser parte de su vida. Ejercicios de estiramiento y arco de movimiento pueden mantener las articulaciones movibles y ejercicios aeróbicos o de fortalecimiento ayudan a mejorar y a mantener su función. Discute con tu reumatólogo el tipo de ejercicio que quieres practicar para asegurarte de que no hay ninguna contraindicación.
Si logramos que la actividad física sea parte de la vida de nuestros hijos les estaremos dejando un legado de salud que los seguirá por toda su vida y estaremos contribuyendo a crear un mundo mejor.
El autor es fisiatra, “Board Certified” en Medicina Física y Rehabilitación, “Board Certified” en Medicina Deportiva, “Board Certified” en Medicina Electrodiagnóstica y Nike NG360 Golf Performance Specialist. Para información, accede a www.designedtomove.org o a www.exerciseismedicine.org.
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