miércoles, 7 de octubre de 2009

Equipo multisectorial para atender enfermedades crónicas

Por Stephanie Gómez Alvarez
Especial para El Vocero
11 de septiembre de 2009 04:00 am

Implantar una estrategia innovadora en el País basada en la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas fue una de las recomendaciones que presentó ayer un equipo multisectorial durante el primer Congreso para el Control de las Condiciones Crónicas (CCCC) de Puerto Rico.

El CCCC surgió de la necesidad de atender la alta incidencia, los riesgos a la salud, y los elevados costos relacionados a condiciones crónicas como diabetes, asma y cáncer en el País.

El doctor Heriberto Marín, economista y profesor asociado de la Escuela de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas, de la Universidad de Puerto Rico, indicó que el impacto que tienen las condiciones crónicas, las ha convertido en el principal problema de salud pública en Puerto Rico.

“En el año 2008, se invirtieron en Puerto Rico $5,042 millones en el tratamiento de condiciones crónicas, lo que representa un 33 por ciento del producto interno bruto. De estás, el asma, la diabetes y el cáncer representaron cerca de un 5.4 por ciento del gasto total en salud en Puerto Rico.”

Según Marín, los gastos relacionados a la diabetes, asma y cuidado del cáncer sumaron $357.1 millones, $126.7 millones y $977 millones respectivamente.

La actividad contó con la participación de funcionarios del Departamento de Salud (DS), el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, miembros de las asociaciones profesionales de salud, médicos catedráticos y economistas en el campo de la salud.

El orador principal del congreso, John Miall, fue uno de los pioneros del Programa Ashville, que sirvió de punta de lanza para propulsar programa de manejo de condiciones crónicas.

El proyecto Ashville es un programa de manejo de terapia de medicamentos colaborativo que desarrolló la administración municipal de Ashville, de Carolina del Norte, para manejar los altos costos en que incurría atender el cuadro descontrolado de sus empleados con diabetes.

Luego, implementaron programas para tratar asma y depresión.

“Los resultados fueron sorprendentes en todas las áreas, en el caso de los pacientes diabéticos las reclamaciones al plan médico se redujeron por $2,704 por paciente en el primer año y por $6,502 para el quinto año”, señaló Miall.

En entrevista con El Vocero, Miall exaltó al sistema de salud puertorriqueño, pues el País ha hecho una labor formidable al extender la cubierta de salud a más personas. Sin embargo, recalcó que el costo por el mismo debe ser uno de los asuntos con los que el DS y las aseguradoras puedan vivir.

De igual forma, dijo que en Puerto Rico este modelo podría dar resultados, partiendo de que en un mercado competitivo como lo es Puerto Rico, hay más oportunidades de innovación.

Miall recomendó al DS y aseguradoras privadas a implantar el modelo de prevención que resulta en ahorros significativos y mejor calidad de vida de los pacientes. Según Miall, comenzar con la prevención de la diabetes sería un buen punto de partida por la alta incidencia de la condición y es medible.

Otras ciudades de Estados Unidos que han adoptado el modelo de prevención lo son: New Orleans, Pittsburgh, Los Angeles y Honolulu entre otros, señaló el experto en control de riesgo.

Por su parte, Jean Christophe May, gerente general de GlaxoSmithKline Puerto Rico Inc, dijo que con la celebración de este congreso esperaba establecer un nuevo modelo de trabajo para promover soluciones efectivas para el
tratamiento de condiciones crónicas de Puerto Rico

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