El Nuevo Día
5 de Julio de 2013
Salud al Día
Los científicos imaginan la creación de un examen capaz de detectar
en el plasma sanguíneo las firmas metabólicas distintivas que son sinónimos de
la enfermedad, años antes de que aparezcan.
El equipo de científicos utilizó una técnica
relativamente nueva, conocida como metabolómica, que mide las huellas químicas
de las vías metabólicas en la célula (glucosa, lípidos, nucleótidos, aminoácidos
y ácidos grasos) para detectar los cambios.
Los científicos analizaron muestras de líquido cefalorraquídeo y
plasma de 45 miembros del Estudio de Mayo Clinic sobre el Envejecimiento y del
Centro de Mayo Clinic para la enfermedad de Alzheimer (15 con deterioro
cognitivo, 15 con alteración cognitiva leve y 15 con la enfermedad de
Alzheimer). Se detectaron cambios importantes en el líquido cefalorraquídeo y en
el plasma de quienes presentaban tanto deterioro cognitivo como la enfermedad de
Alzheimer. Sin embargo, lo más importante fue que los cambios en el plasma
reflejaban exactamente los del líquido cefalorraquídeo, validando así a la
sangre como fuente confiable para el desarrollo de un biomarcador.
El equipo utiliza una técnica relativamente nueva, conocida como metabolómica, que mide las huellas químicas de las vías metabólicas en la célula (glucosa, lípidos, nucleótidos, aminoácidos y ácidos grasos) para detectar los cambios. La metabolómica evalúa lo que ocurre en el cuerpo en un momento dado y con gran detalle, permitiendo a los científicos entender los procesos celulares subyacentes de las enfermedades. En este caso, los perfiles metabolómicos revelaron cambios en los metabolitos relacionados con la función de las mitocondrias y el metabolismo de la energía, confirmando nuevamente que la energética alterada de las mitocondrias es la raíz del proceso de la enfermedad.
Los científicos esperan que los cambios identificados en las vías metabólicas puedan conducir a un panel de biomarcadores, que, en última instancia, se empleen a gran escala para diagnosticar pronto la enfermedad de Alzheimer, controlar su avance y evaluar los métodos terapéuticos, señala la coautora del trabajo, doctora Eugenia Trushina, farmacóloga de Mayo Clinic.
“Deseamos emplear estos biomarcadores para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer antes de la aparición de los síntomas, que pueden presentarse décadas después de que la persona empieza a perder la memoria”, comenta la doctora Trushina. “Mientras antes se detecte la enfermedad, mejores alternativas de tratamiento se podrán ofrecer”.
El estudio se financió gracias al subsidio del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental a la doctora Trushina, subsidio número R01ES020715; al subsidio del Instituto Nacional del Envejecimiento al Estudio de Mayo Clinic sobre el Envejecimiento, subsidio número AG006786; y al premio del Instituto Nacional del Envejecimiento al Centro de Mayo Clinic para Investigación sobre la enfermedad de Alzheimer, subsidio número AG016574.
Mayo Clinic, entidad sin fines de lucro, es un líder mundial en atención médica, investigación y educación para gente de todos los ámbitos de la vida. Para más información en español, visita www.mayoclinic.org/espanol y www.mayoclinic.org/espanol/noticias.
El equipo utiliza una técnica relativamente nueva, conocida como metabolómica, que mide las huellas químicas de las vías metabólicas en la célula (glucosa, lípidos, nucleótidos, aminoácidos y ácidos grasos) para detectar los cambios. La metabolómica evalúa lo que ocurre en el cuerpo en un momento dado y con gran detalle, permitiendo a los científicos entender los procesos celulares subyacentes de las enfermedades. En este caso, los perfiles metabolómicos revelaron cambios en los metabolitos relacionados con la función de las mitocondrias y el metabolismo de la energía, confirmando nuevamente que la energética alterada de las mitocondrias es la raíz del proceso de la enfermedad.
Los científicos esperan que los cambios identificados en las vías metabólicas puedan conducir a un panel de biomarcadores, que, en última instancia, se empleen a gran escala para diagnosticar pronto la enfermedad de Alzheimer, controlar su avance y evaluar los métodos terapéuticos, señala la coautora del trabajo, doctora Eugenia Trushina, farmacóloga de Mayo Clinic.
“Deseamos emplear estos biomarcadores para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer antes de la aparición de los síntomas, que pueden presentarse décadas después de que la persona empieza a perder la memoria”, comenta la doctora Trushina. “Mientras antes se detecte la enfermedad, mejores alternativas de tratamiento se podrán ofrecer”.
El estudio se financió gracias al subsidio del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental a la doctora Trushina, subsidio número R01ES020715; al subsidio del Instituto Nacional del Envejecimiento al Estudio de Mayo Clinic sobre el Envejecimiento, subsidio número AG006786; y al premio del Instituto Nacional del Envejecimiento al Centro de Mayo Clinic para Investigación sobre la enfermedad de Alzheimer, subsidio número AG016574.
Mayo Clinic, entidad sin fines de lucro, es un líder mundial en atención médica, investigación y educación para gente de todos los ámbitos de la vida. Para más información en español, visita www.mayoclinic.org/espanol y www.mayoclinic.org/espanol/noticias.
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