El Nuevo Día
13 de agosto de 2013
Ciencia y Tecnología
8:01
p.m.
Investigadores examinaron las comidas pre-preparadas similares a lo
que los astronautas comen actualmente e inventaron platos propios.
Seis investigadores pasaron cuatro meses viviendo en un
pequeño domo, intentando descifrar la clase de alimentos que podrían consumir
los astronautas en Marte. (Archivo)
Por The Associated Press
HONOLULU, Hawai — Seis investigadores pasaron los últimos cuatro meses
viviendo en un pequeño domo en un campo de lava en Hawai, intentando descifrar
la clase de alimentos que podrían consumir los astronautas en Marte y durante
misiones en lo más profundo del espacio.
Los investigadores salieron el martes con sus recetas y sin los trajes espaciales que requería el experimento cada vez que salían del domo erigido en la ladera norte del monte Mauna Loa en la Isla Grande, un volcán activo que hizo erupción en 1984.
"Es un momento que voy a recordar por el resto de mi vida", dijo Oleg Abramov, un científico espacial de la rama de astrogeología del Servicio Geológico de Estados Unidos en Flagstaff, Arizona. "Salir caminando... sentir la luz del sol y el viento en nuestros rostros".
Los seis investigadores fueron escogidos por la Universidad de Hawai y la Universidad de Cornell para el estudio financiado por la NASA para preparar las comidas de una lista de deshidratados y conservas no perecederos. Examinaron las comidas pre-preparadas similares a lo que los astronautas comen actualmente e inventaron platos propios en un intento de combatir la desnutrición y el hastío alimenticio.
Los miembros cocinaron en un domo de dos pisos, con pequeños cuartos para dormir, un gimnasio y, por supuesto, una cocina.
El comandante del equipo, Angelo Vermeulen, dijo el martes que el problema con los ingredientes no perecederos es que por lo general están muy elaborados y carecen de fibra. Añadió que estaba impresionado por cómo los productos liofilizados tienen un sabor muy similar a los productos frescos.
Pero lo que también es importante para las futuras misiones espaciales es la comida casera, dijo. Un favorito entre la tripulación: Nutella, la crema de chocolate con avellanas. "Es algo que se nos antojó", dijo. "Hemos tenido un suministro limitado, así que tuvimos que racionarla".
El estudio, denominado Exploración Espacial Analógica y Simulación en Hawai, incluyó una convocatoria abierta para recetas que incluyó una gran cantidad de correo no deseado. La carne en conserva, popular en los hogares de Hawái, era un ingrediente común en las recetas sugeridas por su vida útil, dijo Kim Binsted, profesora de UH-Manoa que es uno de los investigadores en el estudio, pero no vivió en el hábitat.
Ella dijo que el clima templado de Hawái y las características geológicas de Mauna Loa son un escenario perfecto para el estudio. La zona está aislada, pero es accesible, y no tiene ninguna planta o animal visible.
"Se parece a Marte", señaló.
Los miembros del equipo pasarán varios días en sesiones informativas después de salir del domo. Probablemente estarán desorientados por la experiencia, dijo Binsted, y han solicitado una salida a la playa antes de regresar a su vida normal.
"Ya no estoy acostumbrado a las grandes multitudes ", dijo Vermeulen, biólogo, investigador del espacio, cineasta, artista visual, organizador comunitario y autor. "Tenemos que acostumbrarnos a la gente de nuevo".
Una de las primeras cosas que hicieron cuando salieron del hábitat fue un desayuno buffet. "Fueron directamente a las frutas y verduras", dijo Binsted. "Parecían encantados de tener frutas y verduras frescas".
Tomará varios meses procesar todos los datos recogidos. Binsted espera presentar las conclusiones en el Congreso Internacional de Astronáutica a finales de este año en Beijing.
Los investigadores salieron el martes con sus recetas y sin los trajes espaciales que requería el experimento cada vez que salían del domo erigido en la ladera norte del monte Mauna Loa en la Isla Grande, un volcán activo que hizo erupción en 1984.
"Es un momento que voy a recordar por el resto de mi vida", dijo Oleg Abramov, un científico espacial de la rama de astrogeología del Servicio Geológico de Estados Unidos en Flagstaff, Arizona. "Salir caminando... sentir la luz del sol y el viento en nuestros rostros".
Los seis investigadores fueron escogidos por la Universidad de Hawai y la Universidad de Cornell para el estudio financiado por la NASA para preparar las comidas de una lista de deshidratados y conservas no perecederos. Examinaron las comidas pre-preparadas similares a lo que los astronautas comen actualmente e inventaron platos propios en un intento de combatir la desnutrición y el hastío alimenticio.
Los miembros cocinaron en un domo de dos pisos, con pequeños cuartos para dormir, un gimnasio y, por supuesto, una cocina.
El comandante del equipo, Angelo Vermeulen, dijo el martes que el problema con los ingredientes no perecederos es que por lo general están muy elaborados y carecen de fibra. Añadió que estaba impresionado por cómo los productos liofilizados tienen un sabor muy similar a los productos frescos.
Pero lo que también es importante para las futuras misiones espaciales es la comida casera, dijo. Un favorito entre la tripulación: Nutella, la crema de chocolate con avellanas. "Es algo que se nos antojó", dijo. "Hemos tenido un suministro limitado, así que tuvimos que racionarla".
El estudio, denominado Exploración Espacial Analógica y Simulación en Hawai, incluyó una convocatoria abierta para recetas que incluyó una gran cantidad de correo no deseado. La carne en conserva, popular en los hogares de Hawái, era un ingrediente común en las recetas sugeridas por su vida útil, dijo Kim Binsted, profesora de UH-Manoa que es uno de los investigadores en el estudio, pero no vivió en el hábitat.
Ella dijo que el clima templado de Hawái y las características geológicas de Mauna Loa son un escenario perfecto para el estudio. La zona está aislada, pero es accesible, y no tiene ninguna planta o animal visible.
"Se parece a Marte", señaló.
Los miembros del equipo pasarán varios días en sesiones informativas después de salir del domo. Probablemente estarán desorientados por la experiencia, dijo Binsted, y han solicitado una salida a la playa antes de regresar a su vida normal.
"Ya no estoy acostumbrado a las grandes multitudes ", dijo Vermeulen, biólogo, investigador del espacio, cineasta, artista visual, organizador comunitario y autor. "Tenemos que acostumbrarnos a la gente de nuevo".
Una de las primeras cosas que hicieron cuando salieron del hábitat fue un desayuno buffet. "Fueron directamente a las frutas y verduras", dijo Binsted. "Parecían encantados de tener frutas y verduras frescas".
Tomará varios meses procesar todos los datos recogidos. Binsted espera presentar las conclusiones en el Congreso Internacional de Astronáutica a finales de este año en Beijing.
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