miércoles, 10 de marzo de 2010

¿PR es parte del sistema bancario de EE.UU?

Eso es lo que se preguntan en las oficinas de los reguladores de la banca en Estados Unidos. El desconocimiento de la situación política de la Isla se hizo patente durante los esfuerzos del Gobierno de Luis Fortuño por lograr algún tipo de ayuda para el atribulado sistema financiero local. A un funcionario despistado se le ocurrió cuestionar por qué Puerto Rico no solicitaba ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI).

El planteamiento es todo un disparo en la línea de flotación de los esfuerzos del Partido Nuevo Progresista para lograr que en Washington entiendan la situación política de esta Isla y tiene implicaciones muy serias para el futuro del sistema bancario local. Si en Nueva York y Washington no entienden bien que somos parte del sistema financiero de Estados Unidos, ¿cómo vamos a lograr que nos ayuden?

Enviar a Puerto Rico a pedir ayuda al FMI es un ejemplo de la ignorancia que reina en EEUU sobre la situación política de la Isla. A niveles más altos en las agencias federales las cosas están más clara, pero las preocupaciones son otras. Preocupa cómo entenderá la opinión pública de EEUU que se use dinero de los contribuyentes para ayudar a los bancos de una Isla que algunos nos saben ni donde está.

La preocupación de que el sistema financiero no pueda sobrellevar durante mucho tiempo más sin apoyo los elevados niveles de morosidad ha obligado al Gobierno de Fortuño a reunirse con las agencias reguladoras. El mismo se entrevistó con Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal y su equipo económico ha mantenido reuniones con Sheila Bair, presidenta del Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) y con Timothy Geithner, Secretario del Tesoro.

El Gobierno no habla públicamente de los esfuerzos que ha hecho y está haciendo para evitar que los problemas de la banca retrasen la recuperación económica que se avecina. Es posible que consideren que no les conviene ofrecer una imagen de que el gobierno está buscando ayuda para la banca.

Pero no les queda otra alternativa. Sin la recuperación de la banca, la actual estabilización de la economía no se convertirá en crecimiento.

Los esfuerzos del Gobierno para lograr un programa de rescate bancario han sido amplios e intensos. Pero los resultados se han topado con el estatus, que discrimina al sistema financiero local. Es verdad que no somos California, ni Alabama, porque el sistema financiero local tiene sus particularidades: muchos de los bancos operan sólo en Puerto Rico.

Mientras tanto, ¿cuánto más van a poder aguantar los bancos con altas tasas de morosidad en sus carteras?

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